miércoles, 4 de junio de 2008

LAS TRADICIONES CRUELES SI PUEDEN SER CAMBIADAS



EL PATO ES EL DEPORTE NACIONAL DE ARGENTINA,


UN POCO DE HISTORIA

Deporte para gente de a caballo, audaz y valiente, EL PATO se practica en Argentina desde principios del siglo XVII, tal como lo muestra una crónica de Félix De Azar en la que relata una "corrida" realizada en Buenos Aires en 1610 con motivos de las fiestas de beatificación de San Ignacio de Loyola. Dice el naturalista "... juntan para esto dos cuadrillas de hombres de a caballo y señalan dos sitios apartados como de una legua (cinco kilómetros aprox.), luego cosen un cuero en el que se ha introducido un pato que deja la cabeza afuera, teniendo el referido cuero do o más manijas o asas, de las que se toman los dos más fuertes de cada cuadrilla en la mitad de la distancia de los puntos asignados y metiendo espuelas tiran fuertemente hasta que el más poderoso se lleva EL PATO, cayendo su rival al suelo si no lo abandona; el vencedor echa a correr y los del bando contrario lo siguen y lo rodean hasta tomarlo de alguna de las manijas, tiran del mismo modo, quedando al fin vencedora la cuadrilla que llegó con EL PATO al punto señalado".
En distintos escritos del siglo XVIII también aparecen varias referencias a estas corridas que, por su peligrosidad y trágicos resultados dieron lugar a que, en primer término las autoridades religiosas y luego las civiles, trataran de ponerle fin en 1796; un auto eclesiástico dice que se excomulgará y excluirá del templo como miembros corrompidos a quienes participen en corridas de PATO y se negará sepultura eclesiástica a aquellos que mueran en el tan bárbaro juego del PATO; Guillermo Hudson, en su libro "El Ombú", tiene un capítulo titulado, "Las Invasiones Inglesas y el juego de PATO", donde hace referencia a la peligrosidad que lo caracterizaba.
Hasta que en 1822 el gobernador de Buenos Aires, General Martín Rodríguez, en decreto refrendado por su ministro de gobierno, don Bernardino Rivadavia, prohíbe en forma absoluta el juego del PATO, aunque no logre impedir su práctica.Es don Juan Manuel de Rosas, quien durante su gobierno consigue suprimirlo, pero en 1852 se vuelve a tener conocimiento de que se está jugando nuevamente a través de una magnífica descripción hecha por el General José Ignacio Garmendia, en su libro "Cartera de un soldado".En esta forma se llegó a 1937 cuando un cultor de nuestras tradiciones don Alberto de Castillo Posse, se dedicó a revivir el antiguo juego transformándolo en el deporte organizado para lo cual redactó el primer reglamento, creó la silla, ideó la pelota de 4 asas y luego de seis que se usa en la actualidad. En 1938, el gobernador de Buenos Aires, don Manuel A. Fresco derogó la prohibición comenzando una nueva etapa.
Es así como en 1941, se funda la Federación Argentina de Pato; asociación integrada por los campos en que se practica este deporte y que tiene por finalidad fomentar, dirigir, y difundir el juego del Pato; organizar los torneos y velar por la aplicación de los reglamentos, a la vez que orientar y promover la crianza del tipo de caballo más apto para este propósito.En el año 1953, en mérito y arraigo de sus tradiciones, se lo declaró Deporte Nacional, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional.

http://www.fedpato.com.ar/origenes.html

domingo, 1 de junio de 2008

TOROS CELEBRES


Barbudo, de la ganadería de don José Gabriel Rodríguez, de Peñaranda de Bracamonte, lidiado en séptimo lugar en Madrid, el 11 de mayo de 1801. Prendió por el pecho a José Delgado, Pepe Hillo, que dice la leyenda lo eligió él mismo entre los demás del encierro.

Jocinero, de Miura, lidiado en Madrid el 20 de abril de 1862. Recibió un total de 18 varas, pero en la primera, al revolverse del caballo, corneó a José Rodríguez, Pepete, al que rompió el corazón.

Bailador, toro de la ganadería de la Viuda de Ortega, pelo negro, escaso tamaño y poco trapío. Lidiado en quinto lugar en la plaza de Talavera de la Reina, el 16 de mayo de 1920, cogió al diestro José Gómez, Joselito.

Pocapena, de Veragua. El 7 de mayo de 1922, en Madrid, corneó en el ojo a Manuel Granero, que murió en la misma plaza.

Granadino, toro de don Demetrio y don Ricardo Ayala, que cogió mortalmente a Ignacio Sánchez Mejías el 11 de agosto de 1934, en la plaza de Manzanares (Ciudad Real).

Islero, de Miura, negro entrepelado y bragado, lidiado en Linares (Jaén) el 28 de agosto de 1947. En la suerte suprema hundió el pitón en el triángulo de Scarpa de Manuel Rodríguez, Manolete, que murió en la madrugada del 29.

Avispado, de Sayalero y Bandrés, infirió tan gravísimas heridas a Francisco Rivera, Paquirri, el 26 de septiembre de 1984, que el diestro falleció en la madrugada del 27, en la ambulancia que lo llevaba camino de Córdoba.

Burlero, de Marcos Núñez, el 30 de agosto de 1985, rompió, ya casi muerto por la estocada, el corazón de José Cubero, Yiyo, y el de muchos aficionados.

A otros, aunque no los ha matado, sí los ha retirado, para siempre, del toreo activo:

Timador, de Cayetano Robles, que el 13 de agosto de 1990, en Béziers, cogió a Julio Robles, toreando de capa. Una mala caída dejó al torero parapléjico.

Pañolero, de Miura, el 10 de septiembre de 1989, cogió a Christian Montcouquiol, Nimeño II, en Arles. A consecuencia de la caída el diestro quedó paralizado. Recobró movilidad, pero no pudo volver a los ruedos. Se quitó la vida el 25 de noviembre de 1991.

A veces los toros hieren o matan a los subalternos...

Vitola, de Antonio Arribas, que el 15 de mayo de 1988, en Las Ventas, empitonó salvajemente a Antonio González, el Campeño, subalterno, a las órdenes de José Miguel Arroyo, Joselito. Falleció el 31 de ese mismo mes.

Cabatisto, de los Herederos de don Atanasio Fernández, que partió el corazón del gran banderillero Manolo Montoliú (José Manuel Calvo Bonichón), el 1 de mayo de 1992.

TARDE DE FIESTA



DUNCAN DHU "TARDE DE FIESTA"

FERDINANDO

ALEGRAME EL DIA TORERO




ALEGRAME EL DIA TORERO (SINIESTRO TOTAL)

MEDIAS ROSA (COMANDO CUCARACHA)